lunes, 15 de abril de 2013

Novela: Jigoku Hunter - Capitulo 1: El Festival y el Hada

Capitulo 1: El Festival y el Hada


La fe, la determinación, los ideales que mantienen encendido el espíritu humano...¿Es una idea, un pensamiento, algo suficientemente fuerte como para anteponerlo sobre todas las cosas?

Estamos en un mundo dominado por cuatro dioses, donde unos pocos elegidos han nacido bajo sus marcas para librar la batalla definitiva entre el bien y el mal. Nos encontramos en el año 628 Después de la Creación, en el pueblo de Ayihe, una villa de la región de Chia, donde Nakaru, un joven con grandes aspiraciones entrena junto a Mikashi, su amigo e instructor.

-¡Bien Nakaru, así se hace!
-¡Vamos Mikashi, aun no tengo suficiente! Allá voy otra vez!
-¡No te animes tanto, chico, hay que saber medir las energías en cada momento!
-¡No seas aburrido Mika! ¿Es que ya te has cansado de entrenar?

Los jóvenes siguieron entrenando durante toda la tarde, hasta que Taka, la hermana pequeña de Nakaru, saltó al tatami para anunciar que la cena estaba lista, frenando en seco el ataque de ambos.

Cuando los tres llegaron a la casa, se encontraron una mesa con cuatro cuencos de estofado que olían de maravilla, pero antes de poder avanzar más, de la nada apareció un gran cucharón de madera que como un rayo atizó la cabeza de Nakaru y Mikashi.
Se trataba de la enfurecida abuela de Nakaru y Taka, que además era Sacerdotisa de Ayihe.

-¿Que horas son éstas de llegar? ¿Cuantas veces os e dicho que aquí no quiero violencia?
-Lo sentimos abuela Kutomi, solo estábamos jugando -Murmuró Nakaru mientras se tocaba el chichón.
-Pero señora Kutomi, si él quiere convertirse en Cazador de Jigoku deberá entrenar duro, aunque a mi tampoco me guste el uso de la violencia...
-¡Ni una palabra mas! ¡A comer o recibiréis otro golpe de cucharón!

Y rápidamente los tres tomaron asiento y comieron en el mas absoluto de los silencios mientras la abuela los observaba con cara de malas pulgas.

Al terminar todos fueron a dormir excepto la abuela, que se quedó en el templo orando.
A la mañana siguiente, Taka, que ya llevaba levantada un buen rato para hacer tareas del hogar, despertó al resto.

-Hermanito...Hermanito...¡Despierta! ¡NAKARU!
-Taka...por favor, cinco minutitos mas...
-Ni hablar. ¡Tengo una gran noticia!
-Buenos días pequeña. ¿Has dormido bien?
-¡Hola Mika! Si, hoy soñé contigo, yo estaba en una torre y tú vencías a un dragón y...
-¿Como? -Dijo Mikashi con cara de asombro.
-Eh...Nada nada! Cosas mías! Jejeje.... - Sonreía la niña mientras se sonrojaba.
-Bueno hermanita, cual es esa gran noticia? -Decía Nakaru soñoliento mientras se le cerraban los ojos.
-¡Oh si! Nos vamos de aventuras! La abuela necesita unos materiales para sus rezos y rituales en el templo y quiere que vayamos a por ellos al pueblo Kiyai. ¿No es genial?
-¡No! Genial no es la palabra que se me ocurre... -Decía Nakaru entre quejas.
-Perfecto, estaremos listos en unos minutos. Por cierto Taka ¿Has dicho que vas a venir con nosotros?
-¡Si! Me lo a pedido la abuela, para teneros vigilados y que volváis pronto. ¡Seré vuestra jefa!

Los dos se preparaban para salir mientras Taka no dejaba de darles ordenes, se sentía en su rol mas cómodo, le encantaba mandar.
Ella aprovechó para usar un poco del maquillaje de la abuela y ponerse guapa para Mikashi ya que iba a ser la primera vez que salían juntos, o al menos ella se lo tomaba como una especie de cita.

Al rato salieron de la casa y partieron hacia el pueblo de Kiyai, que estaba a varios kilómetros de distancia y para llegar debían atravesar caminos, bosques y ríos.

Tras un par de horas llegaron a Kiyai. Antes de comprar los materiales rituales decidieron pasear un rato por el pueblo, tentados por el Festival del Kimono que se celebraba esos días allí, una fiesta popular en la que los sastres del pueblo exhibían sus mejores creaciones y se hacían bailes, mercados y fiestas durante todo el día.

Durante el festival Taka compró con sus ahorros un kimono ornamental rebajado de precio en uno de los tenderetes. Mientras Nakaru ayudaba a su hermana a ponerse su nuevo vestido, Mikashi escuchó una conversación entre unos pueblerinos algo alborotados.

-¡Entonces lo vi, era real!
-¡Pero eso es imposible Asakawa! No puede ser verdad. ¡Seguro que estabas borracho!
-¡Eso! Siempre estás bebiendo sake por ahí solo. No me extrañaría que vieras cualquier otra cosa...¿Y si era un simple conejo?
-¡No! ¡No! ¡Digo la verdad! ¡Vi un Hada! ¡Me habló! ¡Me dijo que buscaba a alguien!
-¡Cierra el pico y vuelve a casa! -Dijo la gente mientras dejaban solo al pobre hombre.

A Mikashi le extrañó la conversación. Instantes después reaccionó y cayó en que debían volver a casa ya que como siempre, se les había pasado el tiempo volando y si dejaban pasar más, oscurecería a mitad de camino, además, en casa ya les iba a caer una buena charla con la abuela Kutomi esperándoles, cucharón en mano.

Tras los gruñidos y lamentaciones propias de Mikashi por haber hecho mal su trabajo partieron de vuelta a Ayihe, pero como era de esperar, oscureció justo cuando el grupo se encontraban en mitad de un bosque.

-¡Ui que miedo! ¡MIKA! - Gritaba Taka mientras se aferraba a Mikashi.
-Hermanita, eres una miedica. ¡Si no pasa nada! ¿Que nos puede atacar? ¿Un tierno conejo?
-Insensato, los conejos salen de día, pero de noche aparecen los hambrientos lobos...
-¡Pues será mejor que estemos preparados! -Decía Nakaru mientras tragaba silaba y agarraba con fuerza su Kusarigama.

Los sonidos extraños empezaron a inundar los oídos del grupo, no sabían de que parte del bosque provenían, hasta que Taka gritó y alertó de la aparición de un fiero lobo dispuesto a comer esa noche.
Dos lobos mas aparecieron, entonces Mikashi desenvainó su Katana y se preparó para la batalla.
Nakaru hizo lo mismo con su Kusarigama mientras Taka se escondía detrás del espadachín.

El primer lobo atacó a Nakaru, pero él le esquivó con facilidad y contraatacó ondeando la cadena de su Kusarigama hasta hacer caer la cuchilla de la punta sobre el desprevenido lobo. Quedaban dos.
En el caso de Mikashi él tomó la iniciativa y se abalanzó sobre los animales cortándolos rápidamente con tan solo dos limpios movimientos.

-Eran más débiles de lo que parecían. -Alardeaba Nakaru.
-¡Idiota! Teníamos que haber llegado a casa hace horas...Soy despreciable...Estoy defraudando a todo el mundo...Creo que debería hacerme el arakiri...¿Y si me reencarno?...Debería reencarnarme en un gusano... ¡Si! ¡En un asqueroso gusano!...
-Chicos...¿Que es eso? -Preguntó Taka asustada a la vez que sorprendida.

Algo apareció de entre las sombras. Nakaru y Mikashi se pusieron en guardia ante la posible amenaza.

-¡Rinki!...¡Rinki!

CONTINUARÁ



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2 comentarios:

  1. Nooooo, rinki rinki noooooo, esta muy bien la verdad, mola mucho

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    1. Shiiii! Rinki.Rinki!!!! Ya verás como mola mucho! ^^

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