lunes, 22 de abril de 2013

Novela: Jigoku Hunter - Capítulo 5: Arte del Segador

Capítulo 5: Arte del Segador


Los bandidos llevaron al grupo a su guarida, donde los encerraron en celdas aisladas. Pasaron unos minutos hasta que la líder se dirigió la celda de Nakaru. Era robusta, de piel oscura y cabello rojo como el fuego. Vestía ropas muy ligeras, insinuando unos enormes senos y la marca de la tierra en su muslo izquierdo . A la espalda portaba un Hacha de leñador, solo que ésta era extremadamente grande, aunque ella no parecía hacer el menor esfuerzo para cargar con ella.

-¡Hola chaval! Verás, voy a ir al grano. E visto que tu amigo tiene unas buenas heridas infectadas, así que yo le curo y tu me pagas. Fácil y rápido, ¿no?
-¡No tengo con que pagarte! ¡Tan solo cura a Mika y déjanos salir de aquí!
-Verás guapetón, las cosas no funcionan así...¿Qué beneficio saco yo de todo esto?...Pero pensándolo bien se me ocurre algo...¿Qué tal si me quedo con la niña?
-¡Ni hablar! A mi se me ocurre otra cosa...¿Qué tal si te enseño a ser más educada con tus invitados?


De pronto Nakaru, que había estado concentrando energía, se lanzó hacia la la celda reventando la puerta y haciendo que ésta golpeara a la mujer.
El chico salió corriendo en busca de los demás, pero mientras corría pero la mujer le lanzó su gran Hacha, dándole el tiempo justo para agacharse antes de que ésta le partiera en dos. Tras la Hacha corría la mujer, que estaba furiosa, pero era mas lenta que Nakaru. El joven miró hacia delante y se sorprendió al ver como la enorme arma retrocedía y volvía por el mismo camino como si se tratase de un bumerán, ésta vez tuvo que saltar por encima de ella para esquivarla. La mujer agarró su arma y empezó a acelerar el paso. Nakaru llegó a una gran sala donde se encontraban algunos bandidos y encima de una mesa su preciada arma, que no dudó en ir a buscar.

El primer bandido se abalanzó sobre Nakaru y él lo golpeó en pleno vuelo. El segundo iba armado y empezó a dar cortes con la espada a diestro y siniestro, dándole al joven poco tiempo para esquivar, pero ayudándose de una pared logró treparla hasta dar una pirueta y aterrizar justo detrás del oponente. Sin perder un segundo continuó corriendo hasta derrapar sobre la mesa y coger su Kusarigama, ahora si estaba preparado para luchar.

Empezó por lanzar-le la punta de la cadena del arma a uno de los bandidos que iban a por él mientras con la cuchilla rajó al enemigo más cercano, después empezó a hacer girar su cadena y a dar vueltas en un bello ataque que rajaba a todo enemigo que se acercara, después la mujer apareció gritando que se detuvieran todos, que ella misma se encargaría del chico.

Nakaru y ella sonrieron y se prepararon para la batalla. Ella se lanzó primero Hacha en mano y él lanzó su cadena para intentar desarmarla, pero ni se inmutó, la fuerza que poseía esa mujer era sobrehumana. Ella siguió atacando con su gran Hacha y Nakaru esquivando casi todos sus ataques, que cuando impactaban en el suelo y en las paredes provocaba temblores y grandes levantamientos de piedras.

-¡Ya basta de juegos mocoso! ¡Nunca he soportado a los críos y ésta es una de las razones!

La mujer levantó su mano concentrando la energía del aire y sus músculos empezaron a endurecerse y a crecer un poco mientras su marca brillaba intensamente. Nakaru intentó prepararse para esquivar el golpe mientras la mujer corría hacia él con el puño hacia atrás.

-¡Contempla el poder de la Tochi Sekai! ¡¡¡HATOBUREKA!!! ( Rompecorazones )

El golpe impactó como un rayo en el pecho de Nakaru, que cayó de rodillas y empezó a sangrar abundantemente por la boca.

-No voy...a dejar...que te lleves...a mi...familia... -Balbuceaba Nakaru mientras se agarraba el pecho.
-No mereces mi tiempo, eres solo un dedil niñato con ganas de jugar con armas y hacerse el fuerte.

La mujer le dio la espalda y empezó a reírse mientras se dirigía fuera de la gran habitación. Nakaru se retorcía de dolor, pero logró ponerse en pié ante el asombro de los demás bandidos, que esperaban las ordenes de su jefa.

-¡Te dije que curases a Mika! ¡¡¡VUELVE...AQUÍ!!! -Gritó el chico con expresión de extrema rabia.

Entonces él gritó con frustración y un halo de energía lo envolvió. La mujer se giró asombrada, pero sin darle tiempo a reaccionar Nakaru le lanzó dando un salto hacia ella. La mujer sólo podía prepararse para encajar el golpe que le vendría desde arriba.

-¡¡¡SHINIGAMI GEIJUTSU!!! ( Arte del Segador ) -Gritó Nakaru.

En un parpadeo el chico desapareció de su posición y la mujer quedó confusa mirando a su alrededor. De pronto un sonido que venía justo de debajo suyo la alarmó, era el chico, que con una expresión seria se lanzó al ataque desde una nueva posición que dejaba vulnerable a la robusta mujer.

-¡¡¡SHOJUN KIBA!!! ( Colmillo Ascendente )

El combate terminó con un espectacular ataque de salto que dio de pleno a la mujer, rajando su rostro de abajo a arriba y haciendo que cayera de espaldas mientras gritaba de dolor y se tapaba la cara.

Los bandidos, atemorizados por el poder de Nakaru, fueron a socorrer a su jefa, que usando el poder curativo de su Tochi Sekai hizo cicatrizar su herida, dejando una marca imborrable en su ojo izquierdo.

-¡Eso ha dolido chaval! ¡Pero está bien! ¡No quiero más problemas! Curaré a tu amigo y os marcharéis...

Taka fue liberada y llevada a la gran sala junto al resto,  se preocupó al ver a su hermano tan magullado y cansado. Entonces la bandida empezó el ritual para curar a Mikashi de muy mala gana.

-Umi Sekai...Deja caer tu bendición sobre éste hombre...Permite que cumpla mi finalidad... -Murmuraba la mujer. -¡¡¡HAHANARUDAICHI!!! ( Madre Tierra )

El cuerpo de Mikashi empezó a brillar intensamente junto a la marca de la mujer y abrió los ojos.

-¿Eh? ¿Donde estoy?...¿Y EL JIGOKU?
-¡Tranquilo mozo! ¡Ahora estás bien!...¡Y ahora marchaos, que ya me habéis provocado demasiados dolores de cabeza!
-¡Gracias señora! -Gritó Nakaru en señal de respeto.
-¡Chaval!...Entrena duro...¡Tienes espíritu, no lo pierdas! -Dijo la mujer con una ligera sonrisa.

Y la bandida se retiró junto con el resto de sus camaradas. Nakaru explicó al resto lo sucedido aunque Mikashi seguía desorientado. Tras unos minutos reincorporándose los tres salieron de la fortaleza. Cuando se alejaban de ella Nakaru se giró y vio en una de las torres a la mujer agarrando su Hacha.

-¡Chico! ¡La próxima vez que nos veamos quiero la revancha! ¡Recuerda...! ¡MI NOMBRE ES SHIFU! ¡¡¡RARARARARARAI!!! -Gritó la mujer alzando su Hacha.

CONTINUARÁ



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